lunes, 30 de marzo de 2020

Para qué, porqué, hasta cuándo.

De qué nos quejamos cuando por fin hemos acabado.
Solo queda ir borrando lo familiar,
reemplazarlo por algo mejor...
en caso se encuentre algo mejor.
Llorar a moco tendido sobre la almohada,
botar la ropa que fue dejando cada noche,
el cepillo de dientes, de esos que te dan en el avión,
 y sus pantuflas sucias.

No duele,
pero te gustaría incitarte al dolor.
Para qué, porqué, hasta cuándo.