sábado, 25 de abril de 2020

En el café con leche

 En el café con leche
se pueden leer espirales de ilusiones. 
Con dos de azúcar: ideas disparatadas.
Con acompañamiento: repentina cobardía.

En el café con leche
se puede leer un universo vivo
donde los lejanos se acercan 
y los cercanos hacen simbiosis.
Los que sobreviven al cataclismo
siendo de especies diferentes,
lo hacen esperando la insinuación del otro para mutar y desaparecer,
avanzan posando una pata detrás de la otra,
sin caer en estrecheces, ni fingir muerte súbita.
Nadie los ve, 
quedan colgados en lo alto, 
en un hilo muy delgado,
y seguirán buscándose en la oscuridad
como perdidos en el espacio.

Queda la taza solitaria, 
y se deja así durante un rato.
Con talento
el café con leche 
anhela,
respira,
y se mueve con una cucharita
para ser leído.




viernes, 10 de abril de 2020

Sortilegio


Qué hay detrás de  ese ojo que no mira.
Quebrantado merma el sortilegio en nuestras narices.
Aun cuando parece próximo, se oculta.
Respira despacio en la sombra.
No quiere despertar a su dúo,
pero aunque lo avivara,
estaría a deshora.

Cómo mirar a ese ojo que no mira:
acostumbrarse,
obnubilarse,
corromperse,
encandilarse.

Junto al albor,
sobrevive su memoria intacta de afecto innato;
el pseudoinvidente
sí puede ver,
solo esta cansado.